Con 15 películas y una exitosa carrera en el mundo del cine y la televisión, Marcos Carnevale asegura que si hoy mismo tuviese que cerrar su currículum, lo haría feliz y contento. De todos modos, su gran objetivo es filmar hasta el último momento de su vida, ya que, asegura, su mejor versión como persona se encuentra en un set: “Mi lugar en el mundo”. Debutó en el cine en 1996 con la película Noche de ronda y desde entonces desarrolló una extensa y aclamada carrera en cine y tv como guionista, productor, director y gerente de contenidos de numerosos films. Algunas de sus obras como guionista son 099 Central (ganadora de ocho premios Martín Fierro), 22, el loco y Sin Código, y como director Tocar el cielo, Corazón de León, y Viudas
En marco del nuevo ciclo de entrevistas Guión_bajo: los guiones e historias que marcaron nuestras vidas, Franco Torchia conversó con el guionista sobre su obra, inspiraciones, y la relación entre guión y dirección. La película que marcó un hito en su carrera fue Elsa y Fred, la comedia dramática de 2005 que narra el amor entre una pareja octogenaria. Para Carnevale, el film marcó la diferencia por plasmar algo fundamental en el ser humano: la idea de la muerte y la invitación a sincerarse. La película muestra como de un día para otro todo puede acabar, recalcando así la importancia y lo necesario de aprovechar el tiempo y ser fieles a uno mismo. Para el director, sin lugar a dudas los mejores premios que recibió fueron las numerosas cartas y mails del público contando como tras ver la película se animaron a hacer aquello que temían, desde tomar clases de pintura a transitar a pleno su sexualidad… “le encontraron un motivo a la vida”, recordó.
Marcos Carnevale
A lo largo de los años, el guionista notó giros significativos en el modo de escribir cine y televisión: “Hubo un cambio en la cultura del espectador: yo mismo veo programas míos de hace 15 años y los siento lentos”. Según Carnevale, esto se debe a la manera de asimilar la información: hoy el público necesita menos para entender. Ejemplificó con la telenovela “Rolando Rivas, taxista” (1972): “¡Es teatro filmado! Y se debe a que en ese entonces se iba más al teatro, se veía Shakespeare en la calle Corrientes, Chéjov, Tennessee Williams…”. En esas épocas, el público tenía un mayor grado de atención y de lectura, por lo que la palabra era muy importante y se respetaba a rajatabla los textos escritos por el guionista. Hoy, en cambio, considera que el formato pasó a ser más bien “modo instagram”, donde se busca ir directo al hueso, apelando más a los conceptos y no tanto a las palabras.
Para Carnevale, el trabajo del guionista es complejo y sensible. El escritor trabaja con emocionalidad, sentimientos, y le es inevitable no enamorarse de sus propias ideas. “Pero este trabajo requiere del arte de la renuncia”, dijo, “aunque uno se enamore de todo, no todo siempre sirve “.