Maia Debowicz es periodista, escritora e ilustradora. Escribe en suplemento Soy, de Página/12, La Agenda, Inrockuptibles e Infobae, y publicó los fanzines Fiesta de disfraces (2016) y Pornografía para animales (2016), y el libro Cine en pijamas (Paidós, 2017). Vive con once conejos, a los que retrata con lápiz y marcadores, y es conocida por sus hilos en Twitter.
En una entrevista a cargo de María Belén Marinone en el marco de “Experiencia Leamos”, la escritora presentó Costumbres de otro planeta, su más reciente libro, que es contenido exclusivo de Leamos.com, y en el que aborda la serie que marcó la infancia de muchos y los recuerdos de todos: Alf.
Elenco de la serie ALF
Desde lo personal, la serie atravesó a la escritora desde pequeña: “Yo también me sentía diferente”, confesó. Sentía que, como Alf, no pertenecía a este planeta. En esa criatura y “monstruo amigo” vio un referente, un espejo que la hacía sentir menos sola. Desde lo periodístico, Debowicz quiso ofrecer una mirada distinta a la que se escribió en general sobre la serie: “Quise salir de lo amarillista para retratar a Alf desde un lugar más queer e inclusivo”. Lo innovador de la serie, dijo, fue que lo diferente no fue objeto de burla: “En general, a partir de los ochentas, ‘el diferente’ existía para ser motivo de burla, no para ser el protagonista que venía a proponer otras reglas”. En ese sentido, Alf fue todo un vanguardista: “Y hoy es posible hacer un montón de lecturas que en la inmediatez de ese momento eran imposibles de hacer”.
Desde cierta perspectiva, Alf es un objeto cultural incómodo: “Muestra que lo diferente asusta”, dijo Debowicz. La serie muestra cómo la sociedad reacciona ante lo forastero. Esta narrativa fue muy común en los años 50, pero Alf irrumpió con otro tono más engañoso: “Esta vez se mostró cómo la gente muchas veces puede reaccionar de manera muy cruel ante lo desconocido”.“Costumbres de otro planeta”, de Maia Debowicz (IndieLibros). Contenido exclusivo de Leamos.com
Según Debowicz, en la serie ambas especies están atravesadas por el miedo. Por más diferencias que tengan, siempre se encuentran en los temores: “Es recurrente el miedo a la soledad. En la serie es completamente inherente al planeta de donde vengan”. Además, para la periodista es admirable como la serie equilibra a la perfección lo conmovedor, lo triste, y la comedia: “Cuando uno cree que se va a reír de repente se pone a llorar, y viceversa”. No existen golpes bajos, lo que Debowicz considera clave a la hora de hacer una buena comedia: “Alf nunca es predecible”.
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